Cuando vemos un texto japonés, podemos diferenciarlo rápidamente de un escrito en lengua china debido a que detectamos algunos caracteres mucho más simples que la mayoría de los que encontramos en un texto chino. Se trata de los kanas, caracteres con significado fonético que representan una sílaba. En esta entrada vamos a aprender algo sobre su origen y uso.
Los caracteres chinos llegaron a Japón en el siglo IV d. C., pero adaptarlos a la fonética japonesa demostró ser difícil ya que las palabras chinas suelen tener una sola sílaba, mientras que las japonesas tienen a menudo varias. De esta manera, los nipones decidieron usar cada carácter de forma fonética sin importar su significado. Así es como crearon el Man’yogana (まんよがな o 万葉仮名, ‘nombre temporal de las diez mil hojas’), que es utilizado al menos desde el siglo VI d. C. Sin embargo, este sistema era bastante imperfecto por emplear caracteres cuyo significado no tenía nada que ver con el contexto.

Durante el periodo Nara (710 d. C.-794 d. C.), los japoneses idearon una nueva forma de utilizar los ideogramas chinos, que habían servido como base para crear los kanjis (かんじ o 漢字, ‘letra han’) o caracteres conceptuales. Tomaron el valor fonético de cada carácter en lugar de su valor conceptual, y de esta forma comenzaron a escribir textos a partir de la pronunciación del japonés en lugar de hacerlo a raíz de los pictogramas que representaban cada concepto. Es de esta forma que surgieron los precursores de los otros dos sistemas de escritura japonesa aparte de los kanji: el hiragana y el katakana.
La primera mención del hiragana (ひらがな o 平仮名, ‘nombre regular’) aparece en un poema del año 759 d. C. Actualmente, se usa para escribir palabras de origen japonés, llamadas wa-go (和語), además de escribir partículas, indicar tiempos verbales y formar adjetivos. Lo inventaron mujeres de la corte japonesa a partir de la simplificación de los kanji, que durante la época Heian (794 d. C.-1185 d. C.) solo se le estaba permitido aprender a los hombres, así que las mujeres usaban el hiragana para comunicarse y hacer anotaciones.

Cuando el hiragana aparece acompañando a un kanji para indicar cómo se conjuga un verbo o formando adjetivos lo llamamos okurigana (おくりがな o 送り仮名, ‘nombre acompañante’).

El katakana (カタカナ o 片仮名, ‘nombre fragmentario’) surgió como una simplificación de kanjis creada por monjes budistas entre los siglos VIII y IX, pero en el presente se usa para escribir palabras extranjeras, que son llamadas gairai-go (外来語), y también para enfatizar palabras originarias de cualquier lengua y para escribir algunas onomatopeyas.

Por último, tenemos el furigana (ふりがな o 振り仮名, ‘nombre añadido’), que nos informa de la pronunciación de uno o varios kanjis, y que suele usarse para el aprendizaje por parte de niños japoneses y extranjeros. El furigana consiste en una serie de kanas que aparecen encima de los kanjis cuando se escribe horizontalmente, y a un lado cuando se hace de forma vertical. Puede estar escrito tanto en hiragana como en katakana.

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Fuentes de interés:
https://www.japonesaldia.com/2019/01/un-poco-de-historia-los-origenes-del.html
https://www.nosinmispalillos.com/escritura-japonesa-i-romaji-furigana/
https://espaidaruma.com/uncategorized/la-escritura-japonesa-mas-alla-de-los-dibujitos/
https://www.nihongoya.site/que-es-hiragana/